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Untrained Voices, 2015

Con Untrained Voices Gabriel Rosas Alemán propone un nuevo abecedario compuesto por 44 siluetas, con el cual continúa explorando el potencial de la escritura como método de producción. El resultado es un código que no está sujeto a un idioma determinado, ni a reglas gramaticales, intentando evidenciar la base de un lenguaje que es inherente al ser humano, exento de lineamientos interpretativos y cuyo significado depende de la lectura de cada individuo.

Cada uno de los signos propuestos revela uno o varios rostros. Posibles retratos en espera de interactuar con el espectador para enunciar diferentes discursos libres de interpretación.

La exposición está compuesta por una serie de simulacros de comunicación, recurriendo a la figura humana no como punto de referencia, sino como un símbolo abierto. El espacio de la galería es utilizado para poner a prueba un nuevo lenguaje que sigue en entrenamiento.

Vista de la exposición en la galería Travesía Cuatro Guadalajara

Noviembre 2015

Sin título (Discurso #6), 2015

Tinta y gouache sobre canvas y repisa de metal

Nota: La repitición de una composición genera un objeto. La repitición de una composición genera un objeto. 

Sin título (Discurso #1), 2015

Tinta y gouache sobre canvas y repisa de metal

Los objetos escultóricos no duermen.

Pues solo no duermen y ya.

No duermen porque piensan todo el tiempo.

No duermen porque expanden tanto los escenarios de las posibilidades que desmantelarlos llevaría todo el tiempo del sueño.

No duermen porque reciben tantas proyecciones externas sobres sus posibles representaciones que retornar es agotador para volver a comenzar minutos antes de abrir al público.

Los objetos escultóricos de la sala tres no duermen, se decoloran, se resecan, se deshacen. 

(al frente)

Leontyne Price cantando Hostias de Messa di Requiem de Giuseppe Verdi, 2015 

Cobre y banca de museo

(al fondo)

Kim, Kylie y Khloé. 2015

Tinta y óleo sobre canvas en marco de acrílico

Los ídolos de piedra reconocieron al lenguaje como un vicio, decidieron llevar vidas secretas permaneciendo inmóviles. Los seres humanos sentían envidia de estos ídolos desagradecidos, llevándolos a pasear, hablando con ellos por horas y cubriéndolos con esteras de paja para protegerlos del frío. Nunca entendieron que el simple acto de ocupar un espacio puede ser una forma de comunicación.

(al frente)

Martha Argerich tocando Chopin's Polonaise #6 L'Héröique, 2015 

Cobre y banca de museo

(al fondo)

Svetlana Aksenova como Cio-Cio San en Madama Butterfly. 2015

Tinta sobre canvas en marco de acrílico

Habíamos pensando que la pieza de la izquierda era muda. No le gusta ser expuesta a luces muy intensas pues le hacen perder brillo a sus tenues tonos púrpuras. Una noche escapó. 

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